Presa de El Gasco

Presa de El Gasco
Cara sur de la presa. Djfar

Hace casi 250 años, comenzaron las obras de una construcción tan grande, que, hoy en día, se seguiría considerando un proyecto titánico. El Canal de Guadarrama y su nacimiento, la Presa de El Gasco.

Una idea

En 1785, un ingeniero de origen francés llamado Carlos Lemaur, tuvo una idea. ¿Por qué no construir un canal navegable que comunique Madrid con Sevilla, y, por tanto, con el océano atlántico? Y así fue como nació el proyecto del Canal de Guadarrama. El Canal de Guadarrama pretendía convertirse en una canal navegable de 667 km de longitud que comunicara la ciudad de Madrid con el río Guadalquivir en Sevilla. Para ello debía salvar un desnivel de casi 700 metros. Esto solo era posible aumentando el caudal del río Manzanares en Madrid, y posteriores secciones del recorrido a lo largo del río Tajo, y del río Guadalquivir. Para conseguirlo, Lemaur recurrió a un sistema de exclusas económicas para reducir el gasto de agua requerida.

Mapa del primer trozo del canal
Mapa del primer trozo del canal. Biblioteca Nacional Hispánica

Tras la muerte de Lemaur en 1785, sus hijos continuaron con los deseos de su padre de ver el proyecto en construcción. Para ello consiguieron que el Banco de San Carlos dirigido entonces por Francisco Cabarrús, financiara las obras con un presupuesto inicial de 180 millones de reales, lo que equivaldría a 670 000 euros. Tras mas de dos años de negociaciones, el Rey aprobó los documentos y en 1787 comenzaron las obras.

El proyecto

La mano de obra utilizada era en su origen soldados. No obstante, para prescindir de tener que pagar un salario, se reemplazaron los soldados con prisioneros condenados a trabajos forzados. 

La primera fase del proyecto constaría de la construcción de una presa sobre el río Guadarrama y un canal de 50 km, conectando el embalse que originaría la presa, con el río Manzanares en Madrid a la altura del Puente de Toledo.

Dibujo de la presa de El Gasco
Dibujo de la época de la presa en construcción. Biblioteca Digital Hispánica

Esta presa, que se erige en el Estrecho de la Peña, toma su nombre actual (Presa del Gasco), del Monte de El Gasco, una zona de bosque mediterráneo en el término municipal de Torrelodones. Las características orográficas de la zona, se considerando idóneas para la construcción de un embalse debido a la diferencia de altitud entre el cauce del río, y los montes aledaños a este, con una diferencia de más de 200 metros de altura.

Construida en con piedra granítica, sus características arquitectónicas y su diseño, eran una novedad en la época. Esto hizo que si hubiera sido terminada según el diseño inicial, duplicaría en altura a la siguiente presa más alta. Aún así, incluso derrumbada, sigue teniendo un valor histórico incalculable.

El principio del fin

Durante los doce años que duraron las obras, el proyecto se enfrentó a constantes adversidades e impedimentos. A la creciente precariedad del Banco de San Carlos, que cada vez era más acusada, su unió diversos brotes de enfermedades como la malaria que acabaron con la vida de gran parte de los trabajadores. Todo ello sembró la duda de la viabilidad de la construcción.

El 15 de mayo de 1799, tras una fuerte tormenta, se derrumba parte del muro meridional, que sentenció definitivamente el proyecto. Se habían construido 53 de los 92 metros de altura que recogía el diseño de la presa. Con su prominente altura y longitud, con 251 metros, la presa nació para convertirse en la mas alta del mundo, hecho que consiguió al no verse finalizada la presa de Tibi (Alicante) que, en su diseño, sería técnicamente más alta que la de El Gasco.

Con el derrumbe de la presa, las obras se dieron por terminadas, habiéndose ejecutado solo los primeros 25 km del canal, conectando Torrelodones con Las Rozas de Madrid.

Un paseo por el tiempo

Actualmente, a parte de la presa, se conserva parte del recorrido del canal en buen estado, mientras el resto ha destruido con el paso del tiempo. Así mismo, también se conservan 19 de los 41 acueductos que fueron construidos para salvar los arroyos que cruzaba el canal. Parte del canal ha sufrido recientes restauraciones, en su mayoría los localizados en Las Rozas, donde estos se han llenado de agua procurando un flujo constante.

La presa juntos con sus canales son unos de los secretos arquitectónicos mejor ocultos de Madrid. La naturaleza que se ha hecho dueña de ellos, solo los muestra a los más aventureros que quieran adentrarse en los montes de la sierra madrileña.

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